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[/cs_content_seo][cs_element_headline _id=»5″ ][cs_content_seo]GISELLE CESIN: “EMPECÉ A CREER EN MÍ, CUANDO ME EMPECÉ A PONER METAS”\n\nSubheadline space\n\n[/cs_content_seo][cs_element_text _id=»6″ ][cs_content_seo]Aunque no se define como una montañista profesional, sino como una montañista entusiasta, está claro que Giselle Cesin ha logrado muchas más cosas que un amateur; y es que no en vano, esta monaguense se convirtió en la primera venezolana en alcanzar la cima del monte Denali en Alaska, la montaña más alta de Norteamérica y la más fría del mundo. Hoy con muchos senderos recorridos y con un ánimo inagotable de ir por más, nos cuenta que para lograr cualquier meta en la vida, lo que hace falta es atreverse.
Con una infancia llena de aventuras, como ella misma las describe, Giselle creció siendo amante de las actividades al aire libre “Yo agarraba mi bicicleta y salía por la urbanización por donde yo vivía, me iba con mis amigos a explorar los montes. Me acuerdo que mi mamá se volvía loca, porque yo regresaba con todas las rodillas ensangrentadas y ella me decía que no iba a poder ir al Miss Venezuela (Risas)” Además compartía con su padre la pasión por el baloncesto y los deportes “Mi papá jugó con la selección de Monagas, y yo crecí en medio de esos basquetbolistas enormes, y les llevaba el agua… esa era la época del Dream Team y yo estaba obsesionada con los héroes de Portland”.
Toda esta pasión por el deporte y sus ganas de explorar se combinaron para que Giselle empezara a interesarse en principio por las carreras y los maratones “Yo empecé a ver a otros amigos haciendo carreras y fue como una mezcla de eso” pero un momento en particular, fue lo que la llevó a querer subir montañas “Un día puse el noticiero y dicen que hay unos venezolanos que van a ir al Everest y yo busqué todo… y prendía el televisor todos los días a ver cómo iban y me obsesioné con ello y después dos lograron llegar a la cumple” Esta historia marcó a Cesin, sobre todo luego que tuvo la oportunidad de conocer a estos montañistas en Caracas, cuando publicaron el libro de aquella travesía “Nunca se me olvida que hablé con José Antonio Delgado y le digo que yo voy a ir al campamento base y me dice que por qué no trato de ir hasta la cima, y eres la primera mujer que lo hace, la primera venezolana en ir… Yo llegué a mi casa e imprimí una foto del Everest”.
“Puedes salir y romper el límite”
Ese sueño de ir al Everest se cumplió 15 años después para Giselle, y aunque no logró llegar a la cumbre, nos explica que el camino hacia esa aventura fue su verdadero éxito. “Para mí (al principio) el éxito era ganar el maratón, una carrera o un examen y triunfar… era ganarte la medalla, cumplir con tu meta, eso era para mí la concepción de lo que es el éxito, y yo había tenido el éxito o la suerte de que todo lo que yo hacía yo lo lograba. De repente no eran los mejores tiempos, ni quedaba en podio ni mucho menos, pero lo lograba. Me dedicaba un año a entrenar e iba y cumplía la meta”. Sin embargo, un accidente que le ocurrió en Argentina, le hizo cambiar tiempo después, su manera de ver las cosas “Estábamos en una carpa a 5.800 y pico de metros en el campo dos en el Aconcagua (Argentina)… yo estaba en otro campamento y se estaba calentando agua y hubo un accidente y se prendió en candela la carpa”. Este acontecimiento, donde se quemó el 20% de su cuerpo, la hizo abandonar la meta y sintió por primera vez, lo que para ella fue un fracaso; “Ese fue para mí un fracaso, pero hoy en día entendí que para mí si fue un éxito, porque yo entrene un año de mi vida para eso y perdí fiestas y entrené con amigos y todas esas cosas que hice y me di cuenta que el éxito no era subir llegar a la cumbre y tomarme la foto para el Instagram, fue ese año de trabajo duro y dedicación y al final eso fue lo que me dio la satisfacción”.
“La meta que sea se logra con constancia”
Pocos meses después del accidente, esta venezolana que también es triatlonista y ha logrado completar 2 competencias Ironman, logró ir al Everest, travesía que no pudo terminar en la cumbre por problemas de salud “Yo soy operada del corazón… y tengo una prótesis que no deja pasar la sangre hacia donde no debe pasar, pero cuando estás a esas alturas hay mucha presión y me pongo lenta y me siento mal… me daban oxígeno y aún así no lograba respirar bien… los médicos decidieron que no debía seguir”. Sin embargo, ya su meta estaba cumplida, había logrado su propósito de ir.
El dia de hoy, una Giselle que se convirtió en mamá hace pocos meses, siente que todavía son muchas las aventuras que le falta por vivir, diversos los senderos que espera volver a recorrer y finaliza su relato diciendo que si su historia es capaz de inspirar a una persona, ella la seguirá contando “La mayoría de las personas no hace cosas porque dicen yo no puedo o yo no soy valiente… yo he decidido contar mis cosas, no porque yo sea una atleta profesional… pero si yo con mis debilidades , mis problemas del corazón, sin ser profesional ni entrenar mil horas al día, si yo puedo, cualquier persona puede y ese quiero que sea mi aporte”.
Entrevista: Jeremías Álvarez
Redacción: Mariel Gorrin \n\n[/cs_content_seo][cs_element_line _id=»7″ ][cs_element_headline _id=»8″ ][cs_content_seo]SIGUE LEYENDO\n\nSubheadline space\n\n[/cs_content_seo][cs_element_layout_row_2 _id=»9″ ][cs_element_layout_column_2 _id=»10″ ][cs_element_layout_div _id=»11″ ][cs_element_layout_div_2 _id=»12″ ][cs_element_image _id=»13″ ][/cs_element_layout_div_2][/cs_element_layout_div][/cs_element_layout_column_2][/cs_element_layout_row_2][cs_element_line _id=»14″ ][cs_element_headline _id=»15″ ][cs_content_seo]COMPÁRTELO EN TUS REDES SOCIALES\n\nSubheadline space\n\n[/cs_content_seo][/cs_element_layout_column][/cs_element_layout_row][/cs_element_section][/cs_content]
